jueves, 4 de noviembre de 2010

Te llamará el peligro, la osadía, los deseos. La luz eterna. Caerás del Caballo, por un golpe extraño, desconocido hasta ahora. Quedarás boca arriba, de cara al sol. Te sentirás convertido en otros pero siendo siempre tú. Cuando repares en el sol, cuando sientas sus rayos en el rostro, intentarás regalarle una sonrisa. Sentirás un breve dolor, un agudo dolor, un sonoro dolor, penetrando como ráfaga en tu carne.Te verás viajando a otro país, en casas de seguridad, buscando armas, haciendo preparativos para la libertad.
Nadie, Ernesto, nadie entenderá por qué ahora que la bala te está matando, se te dibuja una sonrisa. Nadie, Ché, nadie, entenderá por qué te vas alegre, pese a todo. Nadie, Guevara, nadie entenderá por qué te vas sereno, hermoso. Nadie entenderá que mueres para empezar a vivir eternamente con los pobres de la tierra. Nadie entenderá que te vas contento porque desde Dos Ríos, a instantes de la muerte, tú Ché, tú Guevara, sabías que seríamos para siempre libres. Por eso, tú, Ernesto, exhalas el último aliento, de cara al sol, como soñaste....♥

La arcilla fundamental de nuestra obra revolucionaria es la juventud.